La percepción

¿Percibimos la realidad o la interpretamos? Un viaje por la percepción Todos creemos que vemos el mundo “tal como es”, pero ¿qué pasaría si te dijera que lo que ves, oyes o sientes es una construcción de tu mente? La percepción no es un espejo fiel de la realidad, sino una interpretación activa que hace tu cerebro. ¿cómo influye está en tu vida cotidiana?

¿Qué es la percepción?

La percepción es el proceso mediante el cual los órganos sensoriales recogen información del entorno (como luz, sonido o temperatura) y la envían al cerebro, donde es interpretada. No vemos con los ojos ni oímos con los oídos: vemos y oímos con el cerebro.

La percepción es mucho más que captar estímulos. Se trata de organizar, dar significado e interpretar lo que sentimos. Por eso, dos personas pueden mirar la misma escena y percibirla de forma completamente distinta.

Tipos de percepción

1. Percepción Visual

Qué es: Es la capacidad de interpretar lo que vemos.

Ejemplo: Cuando ves una señal de tránsito roja y automáticamente entiendes que debes detenerte.

2. Percepción Auditiva

Qué es: Se refiere a cómo procesamos los sonidos.

Ejemplo: Reconocer la voz de un ser querido por teléfono, incluso sin verlo.

3. Percepción Táctil

Qué es: Es la información que recibimos a través del sentido del tacto.

Ejemplo: Sentir que el agua está caliente al abrir la ducha y reaccionar rápidamente.

4. Percepción Olfativa

Qué es: Es la interpretación de los olores.

Ejemplo: Oler un perfume y recordar automáticamente a una persona o un momento del pasado.

5. Percepción Gustativa

Qué es: Se relaciona con el sentido del gusto y la identificación de sabores.

Ejemplo: Probar un alimento y distinguir si está dulce, salado o amargo.

6. Percepción Cinestésica (Propioceptiva) Qué es: Es la percepción del movimiento y la posición del cuerpo.

Ejemplo: Caminar sin mirar tus pies, o mantener el equilibrio al cerrar los ojos.

7. Percepción Espacial

Qué es: Es la habilidad para ubicarse en el espacio y reconocer la distancia entre objetos.

Ejemplo: Estacionar un auto sin chocar, gracias a la evaluación mental del espacio disponible.

8. Percepción Social

Qué es: Es la capacidad de interpretar emociones, intenciones o actitudes en otras personas.

Ejemplo: Notar que alguien está incómodo, aunque no lo diga, solo por su expresión facial o lenguaje corporal.

¿Por qué es importante conocer esto?

Conocer los distintos tipos de percepción nos ayuda a comprender mejor cómo procesamos la realidad y por qué reaccionamos como lo hacemos. También nos permite identificar posibles distorsiones o automatismos, y desde la psicología, trabajar en ampliar nuestra conciencia perceptiva para responder con más libertad y menos condicionamientos.

¿Qué influye en nuestra percepción?

Tu percepción está moldeada por múltiples factores:

• Experiencias pasadas: Lo vivido deja huellas neuronales. Si fuiste traicionado antes, puedes interpretar conductas neutras como señales de peligro.

• Emociones actuales: El estado emocional actúa como “filtro”. Si estás ansioso, puedes ver amenazas donde no las hay.

• Cultura y entorno: Lo que aprendes como “normal” depende del contexto cultural. La percepción de lo bello, lo correcto o lo respetuoso varía enormemente entre culturas.

Atención y expectativas: Tu cerebro selecciona qué percibir, en base a lo que considera importante o probable.

¿Te ha pasado que “no viste” algo evidente hasta que alguien te lo señaló? Tu atención lo había filtrado.

¿Percibimos la realidad o la construimos?

Neurocientífica mente hablando, no percibimos la realidad tal como es, sino una versión filtrada y adaptada a nuestra supervivencia. El cerebro usa una especie de “modelo interno” para anticipar lo que viene, y muchas veces rellena información que no está allí.

Por eso los sesgos cognitivos (como el sesgo de confirmación) distorsionan lo que vemos: solo prestamos atención a lo que encaja con nuestras creencias previas.

¿Se puede cambiar nuestra percepción?

Sí. De hecho, ampliar tu percepción puede liberarte de reacciones automáticas que no te sirven. Esto se trabaja mucho en terapia:

• Tomar conciencia de los filtros con los que miras el mundo.

• Observar sin juzgar, como propone la atención plena (mindfulness).

• Reformular creencias limitantes, para ver nuevas posibilidades.

Ejemplo: Si creciste percibiendo que pedir ayuda es señal de debilidad, puedes revisar esa percepción y permitirte nuevas formas de relacionarte.

¿Qué son las creencias y cómo influyen en nuestra percepción?

Las creencias son construcciones mentales que desarrollamos a lo largo de nuestra vida, a partir de nuestras experiencias, educación, entorno cultural y emocional. Desde la psicología, se entienden como esquemas cognitivos que usamos para interpretar el mundo. Muchas veces son inconscientes y no las cuestionamos, aunque influyan directamente en cómo percibimos la realidad.

Una creencia es, en esencia, una actitud mental de aceptación hacia una idea o experiencia que consideramos verdadera, aunque no necesariamente esté basada en pruebas objetivas o evidencia empírica. Por ejemplo, si crecimos en un entorno donde equivocarse era visto como un signo de debilidad, es posible que más adelante evitemos asumir riesgos o desafíos por miedo al error.

Estas creencias pueden ser limitantes o expansivas. Las limitantes distorsionan la percepción, reduciendo nuestra capacidad de ver otras posibilidades o de actuar con libertad. Por eso, cuando reformulamos una creencia, podemos cambiar también nuestra forma de percibir el mundo y de relacionarnos con él.

¿Cómo se relacionan las creencias con la percepción?

La percepción es subjetiva, porque pasa por el filtro de nuestras creencias. No percibimos la realidad tal como es, sino como la interpretamos desde lo que creemos que es posible, permitido, correcto o seguro. Por eso, dos personas pueden vivir la misma situación, pero interpretarla de maneras completamente distintas.

Cambiar una percepción muchas veces requiere revisar la creencia que la sostiene. Por ejemplo:

“No soy bueno para hablar en público” puede cambiarse a “Puedo mejorar mis habilidades de comunicación si practico”.

La percepción no solo se ve afectada por lo que sentimos o experimentamos, sino también por los pensamientos más profundos y persistentes que sostenemos sobre nosotros, él otro y el mundo.

La percepción es uno de los poderes más sutiles y determinantes que tenemos. Cambiar la forma en la que percibes puede transformar tus relaciones, tus decisiones y tu bienestar. Y lo más esperanzador es que, desde la neuro plasticidad, puedes entrenar tu cerebro para percibir con más claridad y conciencia.

Preguntas para reflexionar

• ¿Hay alguna situación en tu vida actual que podrías estar viendo con una

percepción distorsionada?

• ¿Qué percepciones has heredado de tu familia o cultura, y ya no te sirven?

• ¿Qué nuevas formas de ver una situación podrían ayudarte a crecer?