Las creencias
Vamos a hablar de las creencias limitantes que muchas veces no son solo nuestras, sino que vienen de nuestra familia, de nuestro clan, de generaciones anteriores. Exploraremos esto desde la mirada desde una propuesta integradora que une ciencia, biología, emociones y transgeneracional.
1. ¿Qué son las creencias limitantes?
Como vimos antes, las creencias limitantes son ideas que nos bloquean, nos frenan, nos dicen: “No puedo.” “No merezco.” “No es posible.” “No soy capaz.” Pero muchas veces esas frases no se formaron en tu historia personal, sino que vienen de tu árbol genealógico, de experiencias no resueltas en tu familia que se transformaron en mandatos silenciosos.
2. Las lealtades familiares invisibles
En biología se habla de lealtades familiares inconscientes: vínculos invisibles por los cuales repetimos creencias, emociones o destinos de nuestros padres, abuelos o ancestros, para pertenecer.
No lo hacemos por mal. Lo hacemos por amor y por fidelidad.
Ejemplos: Si en tu familia hubo pobreza o culpa con el dinero, tal vez creas: “El dinero es peligroso” o “No se puede tener mucho sin perder algo”. Si tu madre vivió sometida, puedes repetir: “El amor duele”, “Hay que aguantar”. Si un abuelo fracasó al emprender, quizás heredes: “No puedo arriesgarme, mejor me quedo en lo seguro”. Estas creencias limitantes transgeneracionales se instalan como una forma de lealtad al clan. A veces, incluso, sin saber nada de esas historias.
Repetir no es casualidad
Desde la biología, se sostiene que: “Repetimos lo que no fue comprendido, lo que quedó pendiente emocionalmente en el sistema familiar.” El síntoma —ya sea una dificultad emocional, una enfermedad o un bloqueo en tu vida— es una puerta de entrada para ver qué creencias o fidelidades inconscientes lo están sosteniendo.
Pregúntate: ¿Qué patrones ves que se repiten en tu familia? ¿Fracaso? ¿Abandono? ¿Soledad? ¿Autoexigencia? ¿Sacrificio silencioso?
La toma de conciencia ya es el inicio del cambio.
¿Cómo liberar esas creencias heredadas?
“Hasta que hagas consciente lo inconsciente, dirigirá tu vida y lo llamarás destino.”
—Carl Jung
